domingo, 27 de septiembre de 2015

HERENCIA DE LOS GRUPOS SANGUÍNEOS


















Durante el embarazo, muy poco eritrocitos fetales atraviesan la barrera placentaria. Durante el parto, con el desprendimiento de la placenta, una gran cantidad de eritrocitos penetra en el torrente circulatorio de la madre, estimulando la producción materna de anticuerpos anti-D, especialmente IgG. Estos anticuerpos persisten en la circulación materna por mucho tiempo.En algunos casos, la sensibilización obedece a una transfusión, aborto previo de un embrión o feto Rh +, preclampsia, hipertensión, placenta previa, drogradicción IV, embarazo ectópico, amniocentesis, entre otros.Con el nuevo embarazo, los anticuerpos maternos anti-D de la madre, penetran a la circulación fetal, destruyendo sus eritrocitos. Esto se traduce en anemia severa, aborto espontaneo y óbito fetal.

Si el feto logra sobrevivir, los anticuerpos maternos circulantes en el feto siguen destruyendo los eritrocitos, produciendo una acumulación de bilirrubina que le da una apariencia ictérica (amarillenta). El depósito de bilirrubina en el cerebro produce daño y parálisis cerebral, dando como resultado la encefalopatía por hiperbilirrubinemia o Kernicterus. Puede ocurrir también retraso mental, sordera, hidropesía fetal (edema o hinchazón generalizada), cardiomegalia (aumento del tamaño cardíaco), hepatomegalia (aumento del tamaño del hígado), ascitis (retención de líquidos en el abdomen), esplenomegalia (bazo aumentado de tamaño), derrame pleural (presencia de líquido en el espacio pleural, alrededor de los pulmones que les impide funcionar adecuadamente), sindrome de distrés respiratorio y finalmente la muerte. Este cuadro clínico se conoce como eritroblastosis fetal o enfermedad hemolítica del recién nacido.

El tratamiento es la exsanguinotransfusión. Este es un procedimiento que consiste en el cambio de sangre al bebé. Se realiza un cambio de sangre al recién nacido, administrándole sangre de su mismo tipo ABO pero Rh negativa. De esta manera se eliminan los anticuerpos maternos, evitando así que sigan haciendo estragos en el neonato. Luego él producirá su tipo de sangre correspondiente, pero no será agredido debido a que los anticuerpos maternos circulantes han sido eliminados.

Es muy importante que la madre conozca su tipo de sangre y la de su pareja. Para prevenir la incompatibilidad Rh, de existir la condición de que padre sea Rh positivo y la madre Rh negativo, es preciso que durante cada embarazo o en las primeras 72 horas después del parto, la mujer reciba una inyección de inmunoglobulina anti-D compuesta por anticuerpos anti-Rh que destruyen los eritrocitos fetales en la circulación materna, antes de que se produzcan anticuerpos maternos.

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